El oro encuentra estabilidad en torno a los 4.000 dólares por onza pese a la presión de venta:
Aunque el del oro se ha enfrentado a una corrección reciente, finalmente parece estabilizarse cerca del nivel de los 4.000 dólares por onza. Los inversores se mantienen cautelosos, a la espera de mayor claridad sobre la política monetaria de la Reserva Federal y la evolución del contexto económico global. Esta pausa refleja una fase de consolidación tras la volatilidad que ha tenido lugar en semanas anteriores.

La política monetaria de la Reserva Federal y las tensiones geopolíticas determinan el rumbo del mercado:
La Reserva Federal redujo su tasa de interés en 25 puntos básicos, cumpliendo las expectativas del mercado, pero las declaraciones del presidente Jerome Powell introdujeron dudas sobre futuros recortes, enfriando el entusiasmo de los inversores. Al mismo tiempo, la disminución de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China ha restado atractivo al oro como activo refugio, contribuyendo a su falta de impulso alcista.

Perspectivas mixtas: consolidación a corto plazo y potencial alcista a largo plazo:
Los analistas consideran que el oro podría continuar en un rango de consolidación en el corto plazo, con un soporte técnico en 4.000 dólares por onza y una resistencia entre 4.050 y 4.175 dólares por onza. Sin embargo, mantienen una visión positiva a largo plazo, respaldada por la posibilidad de nuevas rebajas de tipos de interés, compras de bancos centrales y la persistente incertidumbre económica. Los próximos datos económicos —como los índices PMI, las cifras de empleo ADP y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan— serán clave para definir la dirección del mercado en las próximas semanas.