- La cota de 4.000 dólares la onza se mantiene como soporte crítico, pero los riesgos bajistas aumentan:
El metal dorado, que ha protagonizado un aumento superior al 55% durante lo que va de año, cotiza sólidamente por encima de los 4.000 dólares la onza, si bien encuentra dificultades para consolidar ganancias por encima de los 4.100. Este estancamiento reaviva la correlación con los rendimientos de los bonos y la fortaleza del dólar, que había perdido relevancia previamente.
- El mercado, a la espera de la Fed: los datos económicos de EE. UU. serán cruciales:
La atención se centra en la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de 2025, donde no existe un consenso claro sobre el futuro de los tipos de interés. Si bien los mercados dan una probabilidad de recorte de tipos superior al 69%, los economistas lo ven como un escenario 50/50. Por ello, los próximos informes económicos, como las ventas minoristas y elIPP, marcarán la decisión de la Fed, siendo probable que noticias positivas sobre el consumo presionen a la baja el precio del oro.
- El oro se reafirma como valor refugio frente a las criptomonedas y mantiene el potencial alcista a largo plazo:
A pesar de la volatilidad a corto plazo, el oro ha demostrado su valía frente a otros activos, como el Bitcoin, que ha experimentado una caída superior al 30% desde su máximo histórico. La capacidad del metal para sostener la cota de los 4.000 dólares es vista por los analistas como una sólida señal alcista, lo que sugiere que el interés a largo plazo y el potencial de ganancias se mantienen de cara al próximo año.
MetalBase 22 de noviembre del 2025